Yo

RESENTIDA

lunes, 23 de enero de 2012

¡Uy! tanto tiempo que no me ponía a escribir. Seguro mi amado y extrañado lector (extrañado del verbo “los echaba de menos cabros” no del verbo “de que está hablando ésta loca”) Pensó que estaba dando como que el mundo se fuera acabar, considerando todas las predicciones que dicen que este año todos estiramos la chala.  Así que como yo le he contado que soy como tonta pa’ la cuestión tengo que aprovechar mi belleza y juventud dándole a lo Padre Hurtado, hasta que duela (me voy a quemar en el infierno por mencionar al curita en un blog de sexo), pero craso error. Inicié una manifestación pacífico-silenciosa porque me dijeron resentida por ventilar la vida sexual de mis amantes.  No entiendo lo de resentida, pensarán que este blog es como una especie de venganza; como si no lo pasé chancho de bien con los cabros y cabras, que por eso ando contando como son en la cama. Al final de cuentas nadie puede decir que hablo pestes de ellos (y ellas); después de todo si uno no prueba el producto no sabe cómo funciona.  En pocas palabras me declaro y me asigno abiertamente con el título de “catadora de catres”

En el ejercicio de mis funciones, una se encuentra con todo tipo de especímenes. Los blanditos, los como tontos pa’ la tontera (esos que les gusta más ponerla que contar plata), los trancados (que no es lo mismo que los traumados), los violentos, los cuáticos, los desesperados, etc; de todos los tipos que ha leído entre estas sabanitas.

Bajo ninguna circunstancia significa que esté picada porque no me dieron como me gusta, simplemente es cuestión de experiencia de la vida; o como diría mi desarmador “es lo que hay” (o más bien lo que hubo, porque de un tiempo a esta parte… ud. Querido lector sabe que esta escritora sacrificó sexualidad por genialidad)

Uno debe traspasar el campo empírico personal a las siguientes generaciones, para que sepan identificar las problemáticas sexuales o de quien deben arrancar al momento de los quiubos.  Porque no todos tienen la misma mano, además todo depende de lo que se busque sentir en las sábanas, total en gusto no hay nada escrito.

En lo personal, he intentado ser lo más respetuosa posible de la identidad de mis amantes, nunca los he nombrado ni he descrito ninguna característica por la que pudieran identificarlos; sólo cuando ellos leen se ven reflejados.  Pero me percaté la otra vez que una descripción les calza a varios, lo que me hace quedar bien con muchos.

Y no estoy ni por el medio de pedir disculpas de nada, porque después de todo, en esta lotería del sexo, a uno le puede tocar cualquier cosa; desde una conejita Play Boy o una loca bloguera ninfómana que publicará al día siguiente lo que hicieron…Sé lo que hiciste con la bloguera el verano pasado.