Yo

¡¡¡Bienvenidos a la Friend zone con ventaja unlimited!!!

viernes, 20 de julio de 2018

Si pensaba que me secuestraron los extraterrestres, le aviso que está equivocado.

¡¡¡Bienvenid@s nuevamente a Mis Sábanas!!! Ahora, además de reírse de mis aventuras de solteras; se burle de mi vida de casada.

Si damas y caballeros, como lo leyó… ¡casada! Solo en teoría; porque en la práctica soy una de las tantas incautas que creyó en el amor y paz, sin ningún beneficio legal. O sea, ni Dios me ampara.  Lo que me lleva al tema de hoy.

Continuamente, nos burlamos de aquellos que toman la decisión de casarse.  En lo particular no recuerdo ninguna boda sin stress y eso que estaba invitada.  Literalmente es como ser parte de una obra de teatro. Eres un personaje que no eres habitualmente en una representación armada, casi como un flash mob.  Vestimos al punto de casi disfrazarnos, maquillamos, peinamos (y en serio en mi caso, eso es una hazaña) y que decir de los novios… La pobre chica se viste como repollo o como sirena (una especie que siquiera existe) y el pobre hombre con camisa de fuerza.  Ambos trabajando incansablemente para un montón de gente que con suerte verán en el funeral de la tía Peta y no disfrutan nada corriendo de acá para allá cual político en campaña, tomándose fotos.

Todos pensamos que son pobres giles, casi como ovejas al matadero; pero en realidad, somos más idiotas aquellos que a pito de nada, de gratis, sin amparo legal ni uso de la fuerza se nos ocurre la genial idea de juntarnos a convivir extramaritalmente con nuestras parejas.  Vamos solos al sacrificio, sin joyas, ni fiesta y de regalos ni hablar.  Entre esos incautos, me encuentra a mí.

Los que decidimos “juntarnos” para jugar a la vida matrimonial “de gratis” somos más ingenuos que aquellos que firman contratos de amor. Y eso ¡solo para coger tranquilos! Que es, sin duda, el único beneficio que se presenta a corto plazo; el ahorro en moteles (porque los métodos anticonceptivos, continúan durante un largo tiempo).
Ahora juntos hay que pagar  servicios, comida, casa, etc.  Es como un embarazo: comes por 2, vives por 2.

Lo que todos lamentamos es dejar de estar con los amigos y probablemente sea por cualquiera de estas 3 teorías:
1.     CELOS: Tu pareja arma la 3ra. Guerra mundial, si se te ocurre mencionarle la idea de que quieres salir con tus amigos; pero esto, solo es una posibilidad. Probablemente tu pareja sea comprensiv@ y deje que expreses libremente tu ser reuniéndote con tus amigos de toda la vida; después de todo a él/ella solo lo conoces hace un tiempo. Créeme, no te pasará nada si lo sugieres.
2.    TIEMPO: Hay que ir al mercado, pasear al perro, lavar el auto, ordenar la casa, visitar a los padres, llamar al gasfiter, etc y, salir con los amigos…mejor no; otro día con más tiempo.
3.    DINERO: Te das cuenta que gastas menos quedándote en casa que reuniéndote en el bar con tus amigos..

Lo más complejo, es el asunto del tratamiento social. ¿Qué somos? ¿Cómo nos referimos socialmente a nuestros compañeros?
EJEMPLO:
“Te presento a mi pareja” Es casi de uso exclusivo de la comunidad LGTB (si olvidé agregar alguno en la sigla, avisen).
“Te presento a mi compañero” es tan de partido político.
“Te presento a mi novio” es inconcluso, como vivir en la friendzone con ventaja unlimited.
Lo más adecuado y correcto gramaticalmente es decir “te presento a mi concubino” pero esto representa dos problemas. Es tremendamente siútico y sin contar que casi pasaré por proxeneta.

En conclusión, juntarse a vivir en pareja es tanto y más complejo que casarse. Pero es una de las tantas experiencias de la vida; donde, o la cagas por completo o sales a flote victorioso.  Considero que se aprende más que estando forzado a que la “institución” funcione.

En mi caso, jugando a la casita feliz con mi concubino.  Con el tiempo les contaré de esta historia en la que me embarqué; y por supuesto, recordaremos mis peripecias de soltera y alocada.

Por ahora, los saludos y espero que nos leamos pronto… por cierto ¡Gracias por esperar!

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