En mi adolescencia la virginidad
era tema, el matrimonio era tema y fumar marihuana era tema. La masturbación era un tabú y ni hablar de la
femenina, porque era mito.
Ahora, si encuentras una
adolescente virgen es tema, el matrimonio gay es tema y la marihuana es normal,
pero todos hacen que sea un tema. La
masturbación es normal, pero las féminas… al parecer tienen un “tema”
pendiente.
Como buena exploradora (y
explotadora) de mi cuerpo, comencé a “urguetearme” desde muy Teenager. Mis compañeras de curso se espantaban al
saber que me tocaba constantemente y que lo encontraba flor de entretenido. El problema es que con el pasar de los años
la cosa no cambia mucho.
El otro día me percaté de eso con
un simple afiche del “ustedsabequeface” en que aparecía una fotografía que hace
alusión a la masturbación femenina.
Obvio que yo expresé mi gusto por esta actividad y manifesté lo siguiente:
“el autoconocimiento es indispensable… el conocimiento es poder” y comenzaron los interminables comentarios. Con bastante desilusión comprobé que muchas mujeres
no experimentan la autoexploración o autocomplacencia. Es más, tengo amigos extranjeros que no
podían creer los posteos de las chicas, desconociendo del tema.
Para mí la masturbación, además
de un acto de autoerotización y complacencia, es un acto de conocimiento, donde
el individuo toma conciencia del cuerpo, sus capacidades y las reacciones ante
los estímulos. Saber sus puntos de
placer, zonas erógenas, y lugares donde inducirse excitación.
Si no tiene idea de lo que gusta
¿cómo espera que su pareja lo sepa? No quiere decir que la exploración mutua no
sea válida, pero para hacerla más fructífera, empiece en casa. Siempre sé donde quiero que toquen, porque
cuando me toco, me provoco cosas. Además,
creo que no hay nada más divertido que contarle a un hombre como uno se
masturba; los chicos se ponen a mil millas por hora y lo único que quieren es
ir a la cama.
La masturbación es un mal
necesario, sirve para todo. Conocerse,
sentirse, agradarse, desearse, excitarse, complacerse… y fin! (saben a lo que
me refiero) Nadie nace sabiendo de sexo
(y de nada) pero también, nadie le enseñó al primero. Para sentir placer, provóquese placer. Provóquese a sí mismo, para que mañana sepa
dónde quiere que le provoquen. Suena
como un juego de palabras muy complejo, pero es tan simple como usted y sus
deseos en privado para llevar una fantasía que le induzca al placer. No se espante, es parte de la vida, de hecho
los sicólogos y siquiatras dicen que es parte de las etapas, por lo tanto si no
lo prueba, es probable que también algo pase en su vida. Tampoco se tire a los leones comprándose
cuanta parafernalia existe, paso a paso de lo más básico como es la autoexploración
manual o personal (llamadas por los sexólogos como directa) y más adelante
cuando ya averigüe de qué se trata; sepa qué, cómo y dónde le gusta tocarse
puede intentar con algo más avanzado como un dildo o videos porno para
estimularse. Siempre hay alguien que
conoce o prueba más respecto de esto, no tema y consulte. Si no se atreve, consúlteme, no tengo
problema en acompañarle en el camino del autoconocimiento que es largo y
placentero.
No hay peor ciego que el que no quiere
ver, ni mujer ardiente que no se toque.
creo que no voy a parar de leer, es muy difícil que una mujer lo confiese incluso por más confianza tengan con uno...peor si es hombre el que pregunta, por suerte dices varias me cuentan que si en conversaciones por chat y si ponen a mil...