Yo que vivía alegando respecto
del producto nacional, puedo decir ahora que si es chileno es bueno. Venga de
donde venga, siempre hay una excepción a la regla, en este caso hay tres.
Pero en este caso me dedicaré
solo a la más reciente; porque respecto de las otras, una está libre de
comparaciones por ser mi favorito y el otro ha vivido tanto tiempo lejos que ya
se olvidó que era chileno.
Para que estamos con cosas, les
había perdido la fe cabros; resignándome a una vida de mal sexo o al abuso de
los métodos que la tecnología pone a mi disposición (dígase de películas porno,
dildos, consoladores, etc. Etc. Etc.)
La verdad cuando vi al cabro, no
lo tomé mucho en cuenta. Eso sí, bien
rico a la vista, atractivo el joven, oiga.
Lo encontré un poco petulante, y por eso no lo pasé por alto. Yo seguí
con lo mío hasta el minuto de que se dio que habláramos, y ahí fue peor… lo
encontré un poco vendedor de pomadas como decimos en Chile. Como no es mi costumbre, me puse bien difícil
con el cabro, pero era porque no me tincaba mucho. Como presentía que me estaba engatusando para
llevarme a la cama, así que menos le presté atención, pero le encontré otro
punto bueno. Como buen chileno, mi
compadre era simpatiquísimo y además tenía muy buena conversa…por ahí comencé a
entusiasmarme. Entre conversa y
conversa, el cabro me tocó mi punto débil, a nivel intelectual eso sí, porque
de lo otro no tenía para cuando salir. Si
hay algo que me mata, es que me desafíen, y mi amigo lo percibió a la legua. Otro
punto a favor para mi compadre, era inteligente y astuto; eso me mató!
Tanto va el cántaro al agua, que
al final me la ganó por cansancio, porque la verdad no me entusiasmaba mucho la
idea de encamarme con el amigo de un amigo, porque ya sabe usted como terminan
esas cosas para mí. Y nos fuimos a la
cama… y ¡sorpresa!
Vaya sorpresa, mi compadre se
manejaba más que satisfactoriamente en el asunto, sin contar que es delicioso
en muchos aspectos. Tierno, atento,
amoroso y bueno en el sexo ¿qué más se puede pedir? El cabro es casi
perfecto. Me gusto mucho. Quedé más que feliz y encantada con él, pero
¡oh, tragedia! Nunca más apareció. Qué
pena por mí, porque hace rato que no se me dibujaba la sonrisa. Pero como de lo bueno poco, me resigné a mi
suerte y al continuo cuestionamiento respecto de mi calidad como amante.
Pero como la justicia tarda pero
llega, el apareció. Donde mismo lo
encontré, ahí estaba. Como estaba dolida
por su abandono, no lo tomé en cuenta en mucho rato, hasta que se me
acercó. Con el solo saludo, me lo habría
llevado a la cama, pero quise guardar la compostura, sólo porque estaba molesta
porque nunca llamó.
Cómo no hay primera sin segunda,
terminamos donde mismo… en mi cama; pero esta vez me lo comí con ganas porque
no sé cuando me lo encontraré de nuevo. Hay
que aprovechar las oportunidades en la vida, disfrutar de los múltiples
orgasmos mientras se puedan provocar y este chico es maestro en provocármelos.
Y aquí estamos de nuevo, luego de
una más que satisfactoria noche de sexo constante y ardiente. No quiero provocarles envidia ni nada, sólo
quería mostrarles que en realidad no soy exigente, pero si hay ciertos aspectos
que algunos amantes deben pulir y trabajar.
Siempre se puede mejorar algunas cosas, pero solo no es mucho lo que se
avanza en cuanto a sexo se refiere.
Lo que es a mí, espero que me
siga la buena fortuna y pueda encontrar casualmente a este chico otra vez, porque
manjares como ese no se deben dejar pasar. La verdad soy un poco esclava de mis placeres,
quisiera que la reivindicación del hombre chileno continuara… noche tras noche,
día tras día.
hola muy interesante blog y entretenido...lo dejo anotado para visitarlo luego y seguir leyendo, saludos...haa te agregue a una pequeña lista de blogs que tengo...