Yo

VENDETTA

lunes, 7 de noviembre de 2011

Quien lo hubiera dicho, a mis quiensabe años me verían la cara y para colmo uno menor que yo. Pensé me las sabía todas y venía de vuelta en esto de fingir. Me tiene picada porque literalmente fue pendejada, ¡a mí, que tengo más kilómetros recorridos que el metro! El cabro me embaucó, caí cual quinceañera.

Para que les cuento queridos lectores, no fue contra mi voluntad (y menos contra la pared, sino, no estaría alegando) porque hartas ganas que le tengo al desgraciado.

Un día de aquellos, en casa de mi amigo, este compadre me contó su terrible y reciente trauma. Cayó en cuenta que aparte de revolverme la hormona a mí se la alborotaba también a su sexo, o sea le gustaba a los gays (que bajo ningún punto de vista quiere decir que a él le gustan los hombres, dejemos eso en claro… y muy en claro). Con tanta mala suerte se percató cuando otro chico le plantó sendo calugazo en la boca sin su consentimiento; en resumen, violación bucal de plano.

Lo vi tan contrariado al pobre, que amorosamente lo abracé para consolarlo. Ahí acontecieron los hechos. Me dió un beso que me tiritaron las amalgamas. Literalmente me cortó el aire. Ni en mis más elaboradas fantasías pensaba que a los 27 los cabros besaran tan rico. Si con un puro beso, mi compadre me puso las hormonas en automático (y como usted sabe, hace rato que no sabían de acción las pobres)

Para mala suerte, tenía que volver a casa, sino, me hubiera ido (del verbo ¡que rico!). De camino a mi mansión, yo estaba lela con el espécimen y comencé a ponerlo en todas las posiciones posibles en mi fantasía 3D. Yo que pensaba la hice de oro para que el cabro me diera el vamos y tenerlo horizontal lo más pronto posible entre mis sábanas. Ya lo hacía como mi boy toy de turno, como siempre escuché eso de “a vaca vieja pasto tiernito” y harto tiernito que es el niño este.

Cuál no sería mi sorpresa, hablando por el chat luego de nuestro coito bucal, que mi compadre me da las gracias por quitarle el mal gusto de la boca; y ahí empecé a marcar ocupado tut – tut – tut… En pocas palabras, mi compadre usó estos hermosos y juveniles labios para quitarse el trauma de que un mino le pusiera en conocimiento que le tenía ganas. El problema no es el beso ni el hecho de que se quitó las ganas conmigo, sino que si me lo hubiera pedido, feliz le doy el beso y todos los favores posibles; para que estamos con cosas, el cabro esta como para darle y con ganas. Este chiquillo parece que no le enseñaron eso de “hablando se entiende la gente” y sobre todo la gente adulta, pero que podemos esperar de un cabro de 27 años que aún tiene que engrupirse a cabras de 22 que con mucha suerte saben los nombres de las posiciones en la cama o han hecho una performance de proporciones para el amante de turno. La lata de tener menos de 30 es que las minas son más duras que gallina vieja y los tipos tienen que literalmente comprárselas con un montón de artilugios o esperar a que estén fermentando para ponerlas en posición de ataque.

Yo tuve 20 y tantos por eso algo sé del tema, pero que me digan que miento si en algún momento de mi vida fui así, porque la verdad a esas alturas yo sabía de los beneficios de una vida sexual activa y la practicaba continuamente (sin contar lo que la disfrutaba). Así que si usted está entre el grupo de machos de veintitantos, le paso el dato: las over 30 son como los Boys scouts, están siempre listas, no tienen rollos con el que dirán ni con los compromisos y lejos se mueven mejor, ¡hasta saben en qué página están las posiciones en el Kamasutra!

Bueno, para variar terminé desahogándome, ya que no pude terminar en posición horizontal. Espero mi amigo de 27 que esté leyendo esto y caiga en cuenta que me encuentro vengada (no venida). Como dije en su momento “hay cosas que sólo se hacen bien a los 27” y como contestó un amigo “pero hay otras que sólo se disfrutan a los 30 y tantos”… creo que se refiere a la ¡¡¡VENDETTA!!! (VENGANZA).

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